En México se anuncia un cambio en la estrategia gubernamental en la lucha contra el secuestro, que estaría basada en una nueva ley que prohibirá la intervención de los negociadores y buscará que se evite el pago de rescate a las bandas de plagiarios, a fin de desalentar esa actividad delictiva que ha crecido de manera exponencial en el país.



El predictamen de la nueva ley antisecuestros, que se debe aprobar en las próximas semanas en la Cámara de Diputados, establece que México copiará el llamado “modelo italiano”, el cual ha dado buenos resultados en el país europeo.



Entre otras disposiciones, la nueva ley señala que el combate contra el secuestro exprés quedará en manos de los gobiernos de los estados. También se impondrán castigos con cárcel a los familiares de los secuestradores que los encubran.