Las autoridades capitalinas clausuraron la tarde del lunes un inmueble en la calle de Bolívar número 8, en el Centro Histórico, que funcionaba como notaría “pirata”.

En ese lugar, la policía investigadora detuvo a José Enrique Porras Figueroa, quien junto con su padre Ricardo Porras Martínez y en presunto contubernio con el notario 189, Luis Torres y Ortiz, hacían trámites y gestiones en forma ilegal.

La consejera jurídica del gobierno capitalino, Leticia Bonifaz, reveló detalles del operativo que se realizó en el despacho 507 de ese inmueble.

Dijo que hasta el año 2005 en ese lugar se encontraba la notaría pública número 12, pero al fallecer el titular de la oficina, Vicente Ramírez Osante, los empleados mantuvieron abierto el despacho del notario.

Bonifaz dijo que el notario 189, Luis Torres y Ortiz, presuntamente se encargaba de firmar escrituras, cartas poder, testamentos y todo tipo de documentos que le entregaban Ricardo y Enrique Porras.

Así, una gestión que se realizaba en la supuesta notaría 12 en los hechos se generaba en la 189 que tiene su domicilio en Atlixco número 48 de la colonia Condesa. Leticia Bonifaz explicó que de esta manera el notario Luis Torres habría violado el artículo 38 de la ley que rige a los fedatarios, al haber consentido la existencia del despacho “pirata”.

A José Enrique Porras Figueroa y a su padre Ricardo Porras Martínez se les imputa la violación del artículo 35 de esa ley, por haberse ostentado y prestar servicios de notariado sin tener autorización para ello.

De comprobarse la culpabilidad de los involucrados, enfrentarán una pena por usurpación de funciones que se castiga hasta con seis años de cárcel y una multa de 200 a 500 días de salario mínimo, según se establece en el artículo 323 del Código Penal local.