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Titulo:Centros nocturnos, al amparo de leyes flexibles
Fecha: 2010-04-12   
Fuente: http://www.eluniversal.com.mx/notas/672070.html

Centros nocturnos, al amparo de leyes flexibles


“Antros” de las principales ciudades turísticas incumplen reglamentos de operación




Establecidos por las autoridades estatales o municipales en turno, los reglamentos para el funcionamiento de centros nocturnos o bares en el país no se cumplen o se cumplen “a medias” y de acuerdo con las necesidades de sus respectivos propietarios y la disposición de los funcionarios para incrementar las arcas públicas o enriquecer sus bolsillos.


“Es mejor flexibilizar la ley para poderlos tener bajo control y regulados”, admitió Zacil Moguel Manzur, directora de Protección y Regulación Sanitaria de los Servicios de Salud de Yucatán, donde se emitió en diciembre pasado un nuevo reglamento que amplió por dos horas —hasta las cuatro de la madrugada— el horario de atención al público en los llamados giros negros en todo el estado.


Tras la experiencia pasada por las autoridades del Distrito Federal por la agresión contra el futbolista paraguayo Salvador Cabañas en el Bar Bar, donde fuera del horario permitido en la madrugada del domingo 24 de enero uno de sus clientes “VIP” le disparó una bala en la cabeza, en Yucatán las autoridades admitieron que “no se puede tapar el sol con un dedo”.


Según Moguel Manzur, hasta la ampliación del horario los casi 4 mil bares, cantinas, discotecas, centros nocturnos, cabarets, videobares y canta-bar que funcionan en Yucatán tenían permiso para operar hasta las dos de la mañana, pero muchos de ellos bajaban sus cortinas para seguir en la clandestinidad atendiendo a la clientela varias horas más, principalmente donde se ofrecen espectáculos de bailarinas desnudas.


El nuevo reglamento, en cambio, no sólo amplió el horario de servicio, sino que legalizó de paso los espectáculos “al desnudo”. “Casi siempre bajaban su cortina en apariencia de que habían terminado sus labores y en su interior seguían vendiendo licor y presentando sus espectáculos”, aseguró la funcionaria.


Bailarinas exóticas, stripers hombres y las llamadas “teiboleras” son parte del espectáculo nocturno en los principales centros turísticos del país, como Cancún en el paradisiaco Caribe mexicano; la norteña Tijuana, en la frontera con Estados Unidos, o el popular puerto de Acapulco, en el Pacífico, donde los horarios de servicio se adaptan a la doble moral de muchos funcionarios o a las necesidades económicas de los gobiernos municipales o estatales.


Entre la gloria y el infierno


Parte de la historia negra de Tijuana es su zona de tolerancia que provoca sentimientos encontrados entre la población, por ser foco de infección e inseguridad, pero también una enorme fuente de riquezas, generador de empleo y tabla de sobrevivencia para muchos, especialmente las mujeres.


La llamada Zona Norte, colindante con el “bordo” donde se refugian cientos de indigentes y adictos, se asienta en las calles más antiguas de la ciudad fronteriza donde confluyen la prostitución, las bebidas embriagantes y sustancias prohibidas, así como el tráfico de drogas y de personas, además del robo a transeúntes y de vehículos.


En decenas de bares, cantinas y restaurantes que operan todos los días cientos de residentes de la frontera y migrantes procedentes de todo el país laboran como bailarinas, sexoservidoras, meseros, músicos, “jaladores” y porteros.


Ahí se puede ir de La Gloria al Infierno — dos de los más conocidos bares de la zona— con sólo caminar unos pasos, o bien efectuar la visita de las siete casas —como acostumbran turistas asiáticos, europeos o estadounidenses atraídos por el sexo— empezando por el Adelita Bar, punto de referencia de la Zona Norte y donde laboran unas 80 prostitutas procedentes de todo el país.


En Tijuana los centros nocturnos tienen permiso para operar hasta las tres de la madrugada, pero muchos de ellos alargan sus horarios mediante el pago de “horas extras” al municipio.


Sin embargo, el presidente municipal de Tijuana, Jorge Ramos Hernández, ordenó cancelar ese mecanismo con la intención de reducir accidentes de tránsito que durante las madrugadas y fines de semana se disparan, con un alto costo social y económico.


“Nos van a hundir”, comentó uno de los meseros del Adelita Bar, donde además de las sexoservidoras, laboran un centenar de meseros, garroteros, cantineros, supervisores y gerentes. Una de las asociaciones de bares de Tijuana calculó en 20 mil las personas que laboran en la Zona Norte.


Entre clases


Para el municipio Benito Juárez, cuya cabecera es Cancún, el más exclusivo balneario del Caribe mexicano, existen dos clases de parroquianos: los de la ciudad, que sólo pueden consumir alcohol hasta las 11 de la noche, y los de la zona turística que lo pueden hacer hasta las cuatro de la madrugada.


Sin embargo, la Ley de Hacienda establece la posibilidad de obtener permisos por “horas extras”, cuyo costo depende de la zona y el giro. Aunque, de cualquier manera, muchos de esos negocios acostumbran también bajar las cortinas y seguir atendiendo a la clientela hasta pasada la madrugada.


“Aquí en Cancún se consigue vino a cualquier hora y si de mujeres se trata, es cosa de trasladarse al 21 para seguirla”, comentó un joven residente en referencia a la zona de centros nocturnos que opera en ese kilómetros de la carretera hacia Mérida, Yucatán.


Al margen de la ley


El director de Reglamentos y Espectáculos del municipio de Acapulco, en Guerrero, Óscar Rangel Miravete, admitió que no todas las discotecas, bares y table dance que operan en el puerto respetan horarios o revisan a todos los parroquianos, por lo que trabajan al margen de la ley, y permiten el ingreso de hombres armados que han causado la muerte de parroquianos.


En el puerto guerrerense hay 200 de esos negocios, con horarios distintos y en un ambiente de inseguridad debido a que los socios y clientes VIP no son revisados. En su mayoría los centros nocturnos con variedad y algunas discotecas funcionan de las 10 de la noche a las cinco de la mañana, aunque en temporadas turísticas pueden solicitar al ayuntamiento un ampliación de dos horas, con un pago adicional de 4% sobre el costo de su licencia mensual.


Rangel Miravete aseguró que 40% de los 200 bares, discotecas y centros nocturnos de Acapulco violan la ley. Algunas discotecas, como Baby’O y la de música grupera VIP, cierran hasta las ocho o nueve de la mañana, pasando del horario establecido por las autoridades.


Aun bares con permisos especiales, como los denominados “after hour” (después del horario), no respetan el cierre. En la zona turística del puerto hay tres de esos establecimientos —Next, Kaos y Princess— que han sido multados y algunas veces clausurados.


El director de Reglamentos y Espectáculos municipal reconoció que se han registrado actos de violencia en bares y discotecas de la zona turística.


El año pasado dos turistas fueron heridos de bala afuera de una discoteca y otro fue golpeado en un bar, refirió. (Con información de Julieta Martínez, Yazmín Rodríguez Galaz, Adriana Covarrubias y Adriana Varillas)





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